UN RECUERDO LLENO DE SONIDOS, A UN AMIGO
Texto: V. Yolanda Sarmiento V.
Diseño de portada: José Ignacio del Amo
Poemas:
Julio Ventura Santos. “Un mal ocho de agosto”
Rafael Alberti. “Canción en la muerte de…”
En diseño de portada, fragmento de la obra “Entre amigos” (Agosto 2011). Dedicada al contrabajista Jesús Méndez.
Autoría: V. Yolanda Sarmiento V.
Estreno “absoluto y exclusivo” en el «Auditorio Celeste». Lugar: El cielo «de todos», s/n
Intérpretes: Los ángeles y almas músicos.
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UN RECUERDO LLENO DE SONIDOS, A UN AMIGO
Buenas tardes, Jesús, amigo… nuestro amigo.
Las letras y las notas, la poesía y el clavicémbalo, suenan en este PRELUDIO de melodías… un precioso tema, tan sencillo como bello del gran maestro Johann Sebastian BACH.
Tema que tantas veces escuchaste a […], y aprendiste de sus manos. A pesar de que aún no sabías leer música, lo tocabas orgulloso, de memoria, al piano. Son sonidos del amor que tiritan en ARMONÍAS, para reflejarte su cariño, haciendo feliz al corazón.
JESÚS, no voy a hablar de los logros de tu vida, de encuentros personales y profesionales. Mi tentativa, como amiga y compañera es reflejar afecto, amistad, y respeto. ¿Pero qué pensar y qué decir en una celebración dedicada a un amigo músico?
Mi primer encuentro contigo, y del que guardo un vivo recuerdo, fue hace años… sensible, amigo de los animales y de la fiesta, trabajador, compañero, y mentalmente muy alejado de las tonterías.
Recuerdo y recordaré cada momento compartido, sobre todo aquellos “intermedios” entre clases. Recuerdo tu sonrisa cómplice y la música que nos ofreciste. Tu capacidad de dar ese aire fresco a los detalles de la partitura, como director de orquesta, de tratar la música con tanto cuidado y cariño, que contagiabas de pasión y entusiasmo a los alumnos.
Jesús, Hoy queremos estar CONTIGO más cerca, CON todos VOSOTROS, para recordar con alegría (porque así es como tú querías) los muchos momentos que hemos compartido dentro y fuera de nuestro conservatorio, en la policía, en tu querido pueblo Fontanos, en nuestra ciudad.
Queremos dedicarte un poco, nada más, de lo mucho que te mereces: Un recuerdo A UN COMPAÑERO Y AMIGO.
Pero NUESTRO MEJOR HOMENAJE, JESÚS, es seguir sintiendo tu presencia, tu ánimo, tu ilusión. Nuestro mejor homenaje es seguir haciendo LO MEJOR por LA MUSICA, porque tú has hecho realidad esa frase que dice: «En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro, y el mundo no es sino música hecha realidad». Arthur Schopenhauer (1788- 1860).
Con tu intensa mirada, te encuadras entre los hombres que aman la música. Tu andadura, en esto de pisar un escenario, comenzó hacia el año 1988, interpretando la “Serenata Nocturna de Mozart”, entre otras obras, en la Catedral de León.
Tus derroteros siguieron después como profesor del conservatorio, una vez pasada tu “autoridad” por la policía local, desde 1985 hasta el año 2000, en que comenzamos a ser compañeros.
Aunque los pensamientos tienen un son melancólico, pensar nos acerca a ti… y los recuerdos se agolpan en nuestros corazones, ¿Recuerdas cuando …? No podías evitar que emergiese tu fuerte personalidad y tu buena capacidad de expresión y convicción… y ¿Cuando…? En vaya líos te metía! Ahora, en el interior de su letra, quiere decirte…
Un mal ocho de agosto, que aún se evoca
te fuiste de nosotros, compañero;
El tierno corazón se tornó roca
por no lograr disipar los desconsuelos.
Has de saber, amigo, que a las orlas
que adornan tu enseña,
por imperios que van a no olvidarte,
las llevamos por siempre de la mano.
¡Son tantas y tantas cosas las que cabalgan por nuestras mentes!… Los amigos que compartimos todo esto contigo, y aunque aquí ahora faltan algunos que habiendo querido estar, por diferentes circunstancias no han podido estar presentes, TODOS queremos recordarte desde este escenario que tantas veces pisaste con nosotros.
Han pasado algunos meses y en el viejo armario de tu aula dejaste las partituras en las que interpretaste tu mejor música…. en este momento, queremos desempolvarlas para crear la mejor interpretación, dedicada a ti… pero no antes de ofrecerte las palabras de mi paisano, el poeta español Rafael Alberti (1902- 1999).
Amigo todo armonía,
todo fino aire, todo
pura gracia y alegría.
Quiero llorarte cantando,
amigo todo armonía.
¿Quién pudo pensar
que el aire de pronto se pararía?
¿Quién que el pájaro en la rama
quebrara su melodía?
Yo sé que no muere el canto,
que no fallece la brisa,
que el mar no calla, que el cielo
no corre a la luz cortinas.
Pero aunque de pronto el canto,
de pronto el mar y la brisa
y el cielo de pronto apaguen,
llorando, su melodía,
quiero llorarte cantando,
amigo todo armonía,
todo fino aire, todo
pura gracia y alegría.
Jesús, amigo, fuiste derramando la brisa de tu presencia y ahora en un susurro, una mágica palmada nos sumerge, y todos al unísono murmuramos ¡empecemos tu concierto!
[…]
El talento te toca o no en la vida pero el don de gente se construye con el tiempo, y no sólo la música influencia, sino también los sentimientos.
JESÚS ha sido eso para todos nosotros. Un espíritu que no se detiene, que emana cierta paz.
GRACIAS Jesús, por acompañarnos con tus sonidos en el contrabajo, por tu habilidad de dar forma, modular y enriquecer a la orquesta, mientras se profundiza la cohesión, expresión y musicalidad del conjunto.
GRACIAS Jesús, por tu capacidad de transmitir a los jóvenes músicos, no solo la esencia de la música, explicándoles y descubriendo con ellos la arquitectura de las composiciones, sino haciendo que experimenten los más profundos valores humanos de tolerancia, comprensión y compasión desde su propio atril.
Tu sombra hiende la distancia y esto me trae a la mente unas palabras de Séneca, grabadas en mí a través de los años: «Aquel que tú crees que ha muerto, no ha hecho más que adelantarse en el camino».
Muchas veces te escuché decir que la vida es un viaje que nos regalan, y que eso ya era mucho…, pero a pesar de que todos sabemos que nada ni nadie habrán de ahorrarnos el final, a ti te alejaron de nosotros demasiado pronto.
A ti, QUERIDO MÚSICO, el conservatorio de León “José Castro Ovejero” te rinde su homenaje. Amor para tu familia y amigos, y un recuerdo lleno de sonidos como oración para tu alma.
¡NUNCA TE OLVIDAREMOS!
Concierto In memoriam de Jesús Méndez
Miércoles, día 20 de Junio del 2012, a las 20:00 horas, en el Auditorio «Ángel Barja».
Conservatorio de León «José Castro Ovejero». C/ Santa Nonia- León
PROGRAMA del concierto
El alma: «Libre te quiero». Agustín García Calvo
Recita Miguel Escanciano
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Preludio en Do M. Bach.
Elena González (clave)
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Lectura en homenaje a Jesús Méndez
V. Yolanda Sarmiento V.
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Sonata op. 5, nº 4. Corelli
Adagio
Allegro- Adagio
Ángeles Barrallo (flauta)
Natividad Soguero (clave)
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Concierto en Do m. Marcelo
Moderato
Adagio
Angharad Gonçalves (trompeta)
Mariló Gutierrez (piano)
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Tornado. Mitch Markovich
Carlos Javier Sánchez (caja)
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Sonata op. 24 «Primavera». Beethoven
Allegro
José Manuel Fuentes (violín)
Héctor Sánchez (piano)
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Por ti doblan las campanas.
Basada en una meditación de John Donne. Belén Ordoñez.
Meditación: Miguel Escanciano
Cristina Ortego (contrabajo)
Belén Ordoñez (piano)
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Black Orpheus. Louis Bonfa.
Rodrigo Jarabo (guitarra)
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Sonata para clarinete y piano. Poulenc.
II. Romanza. Très calme
Vicente Escrivá (clarinete)
Fernando Pariente (Piano)
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Nostalgia por un gran amigo.
(A la memoria de Jesús Méndez). Jesús y Juan Blasco.
Miguel Fernández (violín)
José Manuel Fuentes (violín)
Amelia Morán (viola)
David Martín (violonchelo)
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Lectura en homenaje a Jesús Méndez.
V. Yolanda Sarmiento V.
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EL ALMA
«Libre te quiero»
Agustín García Calvo (n. 1926. Zamora)
«Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía,
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera».
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POR TI DOBLAN LAS CAMPANAS
John Donne (1572- 1631)
“Nadie es una isla,
completo en sí mismo;
cada hombre es un pedazo de continente,
una parte de la tierra;
si el mar se lleva una porción tierra, toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio,
o la casa de uno de tus amigos,
o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad;
Por consiguiente nunca digas por quién doblan las campanas:
doblan por ti”.